Louis Kahn fue un arquitecto muy particular, estaba completamente entregado a su profesión, a tal punto que hasta abandonó otros ámbitos de su vida social y familiar, solo para dedicarse a cultivar su pasión: la arquitectura. Este arquitecto alcanzó el reconocimiento aproximadamente a los 50 años de edad, en un inicio algunas de sus obras no fueron valoradas como debían, pero al pasar de los años y teniendo más experiencia, las obras de Louis Kahn fueron cobrando cada vez mayor protagonismo , incluso en países extranjeros.
Sus amigos más cercanos comentan que Lou, como lo llamaban, era una persona bastante amable y amistosa, con quien se podía entablar facilmente una conversación, a diferencia de otros arquitectos consagrados de esa época. Él solía pasar la mayor parte del tiempo en su estudio , descuidando así a sus familias, ya que tenía 3 familias a la vez. Los amigos de Lou no sabían de la existencia de estas 3 familias, ya que él era bastante reservado con sus temas personales, sin embargo, el lado que mostraba siempre ante la sociedad era el más amable y esto se puede ver reflejado en sus obras y en el cariño que sienten por él las personas que lo conocieron, lo cual no solo demuestra que tenía vocación por la arquitectura sino también tenía un talento especial para establecer lazos duraderos con las personas que lo rodeaban.
Andrea Miranda Mendoza.
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